COBIJA/PERLA DEL ACRE
Un juez del Distrito Judicial de Pando sentenció a un año de Trabajo Comunitario contra una madre de familia por maltratar en reiteradas ocasiones a su hijo de 10 años.
El Fiscal Departamental de Pando, Marco Peñaranda, informó que, en audiencia de medida cautelar, el Ministerio Público demostró con pruebas contundentes que Windy Siani Quete, de 32 años, es autora del delito Violencia Familiar o Doméstica cuya víctima es su propio hijo, por ello la autoridad jurisdiccional dictó la sentencia.
“En la audiencia, la imputada de manera voluntaria y sin ninguna presión, mediante su defensa, reconoció haber cometido el delito y decidió someterse a salida alternativa de procedimiento abreviado, además el Ministerio Público presentó ante la autoridad jurisdiccional varios elementos que la involucran en el hecho”, dijo Peñaranda.
La autoridad jurisdiccional sentenció a un año de Trabajo Comunitario contra una madre de familia por maltratar en reiteradas ocasiones a su hijo de 10 años. La sanción debe cumplirse los días lunes y miércoles, por 1 hora, en dependencias de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA).
Antecedentes
De acuerdo al expediente de este caso, el 6 de mayo de la presente gestión, vecinos de un barrio periférico de Cobija -cansados de escuchar los gritos y llanto de un niño de 10 años- denunciaron de forma anónima a una madre de familia de constante maltrato a un infante.
Funcionarios de la DNA llegaron hasta el domicilio en cuestión a fin de verificar la denuncia. En el lugar constatan la presencia del menor, visiblemente temeroso y con signos de maltrato físico y psicológico. El certificado médico forense confirma que el infante tiene múltiples escoriaciones en varias partes de su cuerpo, por golpes pasados y recientes.
En la valoración psicológica, el niño manifiesta que su mamá se enoja cada que su ropa no está lista o cuando no lava bien los platos recibe golpes con olla, también le pega con un chicote de cuero de vaca. Asimismo le prohíbe salir a la calle. Recuerda que antes vivía con su abuela, ella sí le trataba bien, pero desde que vive con su madre, dos años atrás, aprendió a cocinar. A veces se gana Bs 5 o 10 por hacer las tareas de sus compañeros, esa plata los usa para comprar útiles y recreo.